Detrás de los hongos existe un arte (o actividad) denominada ¨fungicultura¨.
Las personas que la practican, se dedican principalmente a cultivar setas y otros hongos, que a diferencia de la recolección, son utilizados para producir alimentos, medicinas y otros productos.
Pero no todos los hongos sirven para consumo, y por eso hay que tener mucho cuidado.
Los hongos son un producto muy especial que nos regala la naturaleza y que se convierte en todo un manjar en la cocina.
Entre los más utilizados en la cocina podemos encontrar el shiitake, los hongos ostra, los portobellos y los hongos enoki. Además, algunos hongos se han convertido en tesoros de la cocina gourmet, como las trufas, que son uno de los alimentos más caros del mundo.
Los hongos comestibles son considerados superalimentos a la hora de pensar en opciones saludables.
¿Cuáles son los beneficios de los hongos para nuestro cuerpo?
- Son un alimento con alto valor nutricional, fuente de proteína, fibra, vitaminas y minerales. Son una gran fuente de vitamina B y D. Además, poseen minerales como potasio, fósforo, hierro y calcio.
- Fortalecen el sistema inmunológico y ayudan en la prevención de enfermedades.
- Tienen compuestos antioxidantes, lo cual ayuda a prevenir tumores y enfermedades neurodegenerativas.
- Reducen el riesgo de afecciones cardiovasculares, ya que son bajos en grasas y no aportan colesterol.
- Aportan alto contenido de proteínas, por lo que resultan el complemento ideal para dietas vegetarianas.
Hasta los hongos más económicos como los champiñones, son un añadido delicioso y saludable a nuestra cocina. Son muy fáciles de utilizar, solo hay que saber limpialos bien.
¿Cómo se conservan los hongos? ¿Qué debo tener en cuenta?
Es importante que al elegirlos no tengan manchas oscuras ni golpes y, de ser posible que estén enteros, sin trocear.
Luego de la compra:
Retirá cualquier tipo de plástico con el que suelen venderlos en el supermercado.
Si no vas a consumir en el momento, sacales la tierra con un paño limpio y seco y no los mojes.
Guardalos en un tupper con papel absorbente y colocalos en la parte menos fría de la heladera.
Antes de comerlos, lavalos con abundante agua para sacar cualquier resto de tierra y escurrilos lo máximo posible.
En el caso de los hongos deshidratados, guardalos en un recipiente hermético en la heladera o freezer. ¡Los hongos congelados pueden durar hasta 12 meses!
Hecho esto, se pueden cocinar en todo tipo de guisos, como aperitivo o también con verduras o en ensaladas son una combinación perfecta.
Para salsas, en rellenos, con pastas y arroces, la versatilidad de los hongos es inmensa.
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